jueves, octubre 28, 2010

Aquí em tens a l’espera, a l’espera eterna d’aquest temps que no passa. Temps d’un llangardaix tombat al sol xuclant la llum, deixant-se amarar. La humilitat més absoluta de l’espai en blanc.

lunes, octubre 25, 2010

Como siempre...

Me decías que más vale pájaro en mano que cien volando y yo, lenta de reacciones, como siempre, me quedé sumida en el mutismo más absoluto. Como siempre, eso te pareció que te daba la razón una vez más, pero te equivocaste. Yo prefiero cien volando, no es por orgullo que te lo digo. Ahórrate las muecas(como puedes comprobar, aun te leo la mente a miles de kilómetros de distancia).
Prefiero todas las puertas abiertas, a nuevas experiencias, a nuevos corazones, prefiero el vértigo enroscado en mis entrañas, el precipicio de no saber a dónde ir ni con quién, vamos, prefiero seguir siendo, contra todo pronóstico lógico, una veleta sin norte a merced de los vientos. Por qué habría de conformarme con menos? Para quererte no necesito tu permiso ni tus condiciones. ¿Te enfadas? ¡Como siempre! Así que ya ves, de nada sirvió nuestra conversación de anoche más allá de un preámbulo obligado de tu razón antes de darte permiso para meterte conmigo a la cama. Pasados los goces de las pieles y los suspiros, siento informarte que todo sigue igual, tú con tu pájaro muerto en mano, yo disgregándome feliz por la ventana detrás de los vuelos azarosos de todas las aves.